Los malos hábitos no son tan diferentes de los buenos hábitos. Al menos funcionan a nivel neuronal de la misma manera. Eso significa que ya eres un experto en crear hábitos y eso, ¡ya es una buena noticia! Es buena noticia, porque así como creaste tus malos hábitos, también puedes crear hábitos positivos, usando la misma estrategia. Esto va a generar que logres tus metas de salud con mayor facilidad. Si haces un balance entre tus malos y tus buenos hábitos, y resulta que tienes más de los malos, vas en una dirección que no te conviene. Sabemos que un comportamiento es negativo, cuando causa un problema si lo repites día tras día.
Los malos hábitos de alimentación y estilo de vida suelen producir algunos trastornos como:
- Enfermedades de las vías respiratorias frecuentes
- Baja energía
- Sobrepeso u obesidad
- Envejecimiento acelerado
- Estreñimiento
- Mal humor, estrés
- Falta de balance
- Baja autoestima
Aquí lo importante es que te enfoques en erradicar estos 10 malos hábitos que considero son los que más perjudican tu salud y producen los trastornos que mencioné:
¿Cómo cambiar mis malos hábitos?
El primer paso para cambiar tus malos hábitos es hacerte consciente de ellos. En donde pones tu atención, pones tu enfoque. Identifica 3 o 4 malos hábitos que si los cambias, puedan darte el 80% del resultado que quieres. Para vencer a los malos hábitos primero tienes que identificarlos. Después, hacer un plan para reemplazarlos. Por eso, ahí va el “Top 10” de los malos hábitos que pueden hacer que ganes peso, que te enfermes o que seas una persona con dificultades para moverte.
- Comer rápido y hasta reventar. Si no aprendes a reconocer las señales de tu cuerpo cuando ya está satisfecho, irremediablemente terminarás comiendo de más y esos excesos irán a parar a tu cintura, caderas y piernas. Date tiempo. Separa tu hora de comida y disfrútala con calma.
- Levantarte en la noche a comer (eating night). La noche se hizo para que tu cuerpo descanse y se repare. También para que tu sistema digestivo tenga una pausa. Si te levantas a comer por las noches, nunca descansarás bien porque tu ciclo de sueño se interrumpe. Te levantarás cansado y con más hambre. La próxima vez que estés a media noche frente a tu refri o alacena, pregúntate: ¿de qué tengo hambre realmente? Si escuchas con atención seguramente sabrás que tienes hambre de todo menos de comida. Atención, reconocimiento, diversión, conexión emocional, suelen ser los alimentos que necesitamos para descansar plácidamente.
- Saltarte alguna comida. Si dejas de desayunar, comer o cenar por “falta de tiempo”, no estás estableciendo bien tus prioridades. No puedes rendir igual en el trabajo, en la escuela o en tu empresa si no le das combustible de buena calidad a la máquina. Si sales a toda prisa de la casa sin desayunar y llegas a las 3:00 pm sin nada en el estómago, literalmente vas a “tragar” lo primero que te pongan enfrente. El hambre es una sensación horrible que apaga el pensamiento crítico y te hace cometer los peores malos hábitos en la próxima comida: comer en exceso, comer rápido, consumir alimentos altamente calóricos y no tomar suficiente agua. Planea tu día y dale la importancia que se merece a tu buena alimentación. Tu cuerpo te lo agradecerá y responderá de forma increíble al buen cuidado que le des.
- No tomar suficiente agua. El único líquido que necesitamos para vivir, es el agua. No refrescos. No cerveza. No jugos envasados o café. Agua es lo que tus células reclaman. Somos 65% de agua. Para estar en balance, necesitas hacer el hábito de beber agua natural y eso sólo se construye bebiendo agua todos los días, al menos 8 vasos. Pero, lo ideal son 3 litros.
- Cenar tarde y en exceso. Todos tenemos días ajetreados. Llegamos tarde a casa y hambrientos. Uno de los peores malos hábitos que mucha gente tiene, es hacer cenas copiosas y repletas de carbohidratos y grasas. Esa energía no la puedes quemar durmiendo, por lo que irremediablemente se almacenará en tu cuerpo en los depósitos de grasa de tus músculos. Recuerda el sabio consejo: “desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo…” Invierte la formula y come poquito y temprano en la cena.
- No dormir lo suficiente. Este es otro de los malos hábitos que está relacionado con el anterior. Una cena abundante te hará descansar mal. El problema de no dormir suficiente y tener un sueño de buena calidad es que perderás la habilidad de controlar el hambre. Cuando te desvelas o pasas mala noche, se despierta tu apetito feroz que quiere comer azúcares y grasas. Además, las hormonas que se liberan mientras duermes no podrán hacerlo, con lo cual, tu capacidad de convertir grasa en energía se verá afectada. Descansa lo suficiente, ve a la cama temprano y desconéctate de la tecnología a una hora prudente.
- Practicar el snacking. Es el mal hábito de comer snacks (papas, cacahuates, palomitas, chocolates, galletas, etc.) de forma inconsciente. Estos productos están diseñados para que metas las mano al envase una y otra vez y cuando tomas consciencia de qué estás haciendo, es porque ya te los acabaste. Error. Si comes de esa forma terminarás consumiendo un montón de calorías vacías que no te aportarán nada bueno y sí muchos kilos de exceso de grasa.
- Comer fuera de casa con mucha frecuencia. Los restauranteros no van a cuidar tu salud y tu peso. La comida fuera de casa es un negocio, y como tal, los empresarios de la comida generalmente buscan ingredientes así como formas de preparación de los alimentos que conquisten tu gusto al menor precio. Su objetivo no es que comas sano, ni que te nutras con los ingredientes de la mejor calidad. Salvo algunas excepciones. Haz el buen hábito de comer cocina casera, hecha con ingredientes de la mejor calidad y súper nutritivos.
- Estar mucho tiempo sentado. Estar sentados mucho tiempo hace que nuestros músculos se atrofien y los huesos se debiliten, también produce que la grasa se acumule y que haga su aparición la odiosa celulitis. ¡Muévete, actívate!. Es lo que tus músculos te gritan. Tu cuerpo es feliz en movimiento, no se lo niegues. El ejercicio es parte fundamental de la ecuación para estar saludable y en balance. Muévete más, camina más, estaciónate lejos, prefiere escaleras sobre el ascensor.
- No comer suficientes verduras y frutas. Dejé el peor del “Top 10” para el final. No comer suficientes verduras puede acortar tu vida brutalmente. Las verduras y frutas son alimentos indispensables dentro de la alimentación saludable. Están repletos de nutrimentos y fibra, necesarios para que tu cuerpo funcione a la perfección. El problema es que la gente en lugar de aumentar su consumo de verduras y frutas enteras, cada vez más las consume menos. Lo peor es que está aumentando el consumo de carne, lácteos grasosos, harinas refinadas, aceites corrientes, azúcar y grasas poco amigables para el corazón. Si aumentaras tu consumo de frutas y verduras entre 4 y 6 raciones al día, podrías reducir la incidencia de sobrepeso, diabetes, cáncer y enfermedades de las arterias y del corazón. El problema es que a mucha gente no le gustan las verduras o no las sabe cocinar. Es un reto, pero si aumentas el consumo de verduras y frutas enteras, puedes aumentar tu esperanza de vida y ser una persona delgada y en forma.
Ya lo sabes, toma nota y elimina estos malos hábitos de tu rutina diaria. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!
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