Perder peso puede ser una tarea aún más complicada cuando compartimos el refri con nuestra familia. El electrodoméstico suele estar repleto de refrescos, opciones calóricas y poco (o nada) saludables; resistir la tentación cada vez que abres la puerta del refr es imposible y el hábito de picotear alimentos indebidos seguramente comprometerá los resultados de tu dieta.
A no ser que puedas comprar dos refrigeradores para tu casa, la mejor opción es contar con la organización necesaria para hacer de este electrodoméstico tu gran aliado. Conoce, a continuación, cómo debe ser el refri ideal para quien está a dieta:
Cuando pensamos en compartir el refri con personas que no están a dieta, la primera solución que nos viene a la cabeza es reservar un «piso» sólo para ti. Esta solución no es aconsejable por dos sencillas razones; primero que las estanterías del refrigerador fueron fabricadas para almacenar varios tipos de alimentos de acuerdo con la refrigeración que necesitan para mantenerse. Si guardas tus alimentos en una estantería, puede que no reciban la refrigeración adecuada. Además, tener todos tus alimentos concentrados en un único sitio, no impide que veas lo que hay en los otros.
Explicar a los otros miembros de la familia que estás a dieta y que necesitas colaboración es el primer paso. Nadie está obligado a hacer dieta contigo, pero dejar un postre lleno de cremas y chocolate totalmente expuesto es una crueldad.
Seguramente ya has vivido la situación de estar minutos con la puerta del refri abierta pensando en lo que quieres (o puedes) comer. Este habito, además de ser señal de hambre de ansiedad, más que hambre fisiológica de comida, permite que veas todos los alimentos calóricos escondidos, lo que seguramente te hará elegir un postrecillo a una fruta. Lo ideal es sólo abrir el refrigerador cuando estés seguro de lo que quieres comer.
Hablar de dieta no quiere decir que debes dejar de comer, así que llena tu refri de alimentos que te gusten, pero que sean saludables: frutas, yogures, verduras, etc. prepara un té helado sabroso para que puedas beber cuando el hambre ataca. Deja también preparadas raciones de picoteo saludable para los momentos de hambre, como raciones de gelatina sin azúcar, raciones de fruta picada o zanahoria, pepino, jícama o espárragos.
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