Uno de los grandes responsables de la obesidad y el sobrepeso infantil es la falta de una alimentación sana y adecuada durante el horario escolar, padecimientos fomentados en gran medida por los malos hábitos alimentarios que los niños adquieren durante el periodo escolar.
Por ello, te subrayo la importancia de mandar a tus hijos un lunch saludable que aporte la energía necesaria para que tengan un desempeño escolar adecuado y que prevenga de futuros padecimientos nutricionales.
Un lunch es un refrigerio o colación que el niño debe consumir para mantenerse sin hambre y con energía en el periodo entre el desayuno y la comida, además de ser un importante complemento nutricional. Por lo anterior mencionado, un lunch no debe aportar más del 10% o 15% de la energía que un niño debe de consumir en todo el día.
De igual manera es importante considerar que la cantidad de calorías que el lunch debe de aportar, depende de la edad y el nivel escolar. Para niños con edad de preescolar el lunch debe de contener entre 215 y 250 calorías, para estudiantes de primaria entre 250 y 300 y para jóvenes de secundaria entre 370 y 420 calorías.
LAS 5 BÁSICAS:
1. Elige alimentos ricos fibra. Cereales integrales como galletas, tortillas de maíz, pan integral, frutas y verduras con cáscara, que aportan fibra y ayudan a la saciedad y tránsito intestinal.
2. No olvides la hidratación. El consumo de agua natural es primordial para elaborar un lunch perfectamente saludable. Es valido variar la hidratación del niño con agua de jamaica, limón, infusiones de manzanilla o jugos de fruta natural; siempre priorizando que la mayor parte de los líquidos sean agua pura.
3.- Selecciona un alimento de cada grupo. El mejor lunch es aquel que se conforma con un elemento de cada uno de los tres grupos de alimentos, es decir que contenga tanto frutas, verduras y cereales, como un alimento de origen animal ya sea jamón, pechuga de pavo o queso.
4. Introduce alimentos variados y diferentes. Utiliza la creatividad y echa mano de los alimentos de temporada; estas son las mejores herramientas para no aburrir a los pequeños enviando el lunch de siempre.
5. Hazlo práctico. El éxito de un lunch saludable depende, en gran medida, de lo práctico que sea para el niño ingerirlo. Los elementos que se deben considerar para que sea del gusto del niño dependen principalmente de la apariencia, que no requiera calentarse, que sepa bien si se come frío y que no requiera refrigeración.
Por último, es importante recordar que el lunch es solamente un refrigerio que no sustituye en ningún momento el desayuno o la comida. Un niño debe siempre llegar ya desayunado a la escuela y se recomienda tomar el lunch a media mañana para que así tenga la energía suficiente para el resto del día.
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