Los beneficios de estas frutas son tantos, que su consumo fortalecerá tu salud en cualquier época del año.
- Protegen el corazón. Una ciruela fresca, de tamaño mediano, contiene 113 mg de potasio, un mineral que ayuda a controlar la presión arterial alta y a reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral (apoplejía). Por si fuera poco, la antocianina -pigmento rojo azulado presente en algunas variedades- puede proteger contra el cáncer, ya que disminuye la acción de los dañinos radicales libres.
- Regularizan la función intestinal. Las ciruelas secas, comúnmente conocidas como ciruelas pasas, son unos auténticos y probados «reguladores» intestinales (cada ciruela pasa contiene 1 gramo de fibra). Consúmelas tal cual, o ablanda unas cuantas y disfrútalas con granola y yogurt; para ello, remójalas en agua recién hervida, déjalas enfriar y mételas en un frasco tapado al refrigerador.
- Reducen la glucosa sanguínea. Las ciruelas son de las frutas con menor índice glucémico, lo cual significa que consumirlas puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Mejoran la memoria. Ingerir diariamente de tres a cuatro ciruelas pasas, ricas en antioxidantes puede ayudarte a neutralizar la acción de los radicales libres que afectan tu memoria.
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