Nuestras obligaciones diarias nos mantienen lejos de nuestra casa casi todo el día. Esto, sumado a los vaivenes cotidianos, dificulta nuestra ingesta diaria y necesaria de líquidos y nos sitúa en riesgo de sufrir algún tipo de deshidratación. Ésta se produce cuando la pérdida de líquido supera el volumen incorporado. Por eso, mantener una reserva de agua en el organismo es extremadamente importante para:
- El sistema cardiovascular
- La función termorreguladora
- El desarrollo y rendimiento deportivo
Es importante recordar que cuando sentimos sed es porque ya estamos significativamente deshidratados.
2 LITROS DE LÍQUIDO DIARIOS SON LA MEDIDA DE LA BUENA HIDRATACIÓN. Hidratarse menos de lo necesario desencadena funciones adicionales en el cuerpo: se incrementan las concentraciones de sodio, las sustancias relacionadas disueltas en el plasma sanguíneo y se estimula la sed. De continuar el proceso, los tejidos corporales se secan, las células se pliegan y empiezan a funcionar indebidamente.
SÍNTOMAS. En principio, disminuye la presión arterial y surgen mareos. En una etapa más avanzada, se presenta hipotensión, cefaleas intensas, calambres, astenia y fatiga. Indicadores de que la deshidratación persiste son: debilidad intensa, transpiración profusa , piel fría y taquicardia. También puede generar confusión mental y marcha vacilante. En el caso de los niños los síntomas son boca reseca, poco apetito, fiebre, sed, pérdida de peso, somnolencia, hundimiento y sequedad en lo ojos.
CAUSAS. Por lo general, cuando se menciona la palabra deshidratación, el primer responsable que aparece es la temperatura excesiva. Pero existen al menos otras 10 variables más que quiebran el equilibrio termodinámico del cuerpo y producen el trastorno. Los más frecuentes son:
- DIARREA. Es un incremento en el volumen, fluidez o frecuencia de las deposiciones fecales. TRATAMIENTO: Se receta beber abundante líquido, así como eliminar los refrescos y las bebidas que contengan cafeína azúcar y lactosa.
- SUDORACIÓN EXCESIVA. Se debe al calor o a un trastorno glandular. TRATAMIENTO: Lo ideal es recuperar el nivel de líquido mediante la ingesta de agua.
- VÓMITOS. TRATAMIENTO: Si el cuadro está avanzado, incorporar líquidos, glucosa, electrolitos y vitaminas por vía intravenosa. Suelen administrarse fármacos contra los náuseas.
- DIRÉTICOS. Pueden producir deshidratación si se toman sin control médico. TRATAMIENTO: Suspender el fármaco e ingerir líquido abundante.
- FIEBRE: Elevación anormal de la temperatura corporal. TRATAMIENTO: Además de tratar la causa que origina el estado febril, se indica beber mucha agua.
- ESCASO CONSUMO DE LÍQUIDOS. Es frecuente en la tercera edad. TRATAMIENTO: Si es leve, se resuelve bebiendo agua mineral.
EN CASO DE DESHIDRATACIÓN…
- Quítale la mayor cantidad de ropa al afectado
- Dale de beber líquido en cantidad suficiente, pero no le des café o refrescos.
- Mantenlo a la sombra.
- Proporciónale frío con mangueras de agua, paños húmedos o una ducha fría.
- Llama a emergencias.
La sed en el mejor y primer indicador de este problema. Aprende a distinguir las diferentes etapas de este trastorno y las causas que lo provocan. Lo más importante: cómo prevenirla.
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