Cualquier comida puede volverse insegura, pero algunas se contaminan con mayor facilidad. Se conocen como Alimentos Potencialmente Peligrosos (APP). Para que un alimento sea considerado como APP debe cumplir tres condiciones: debe ser neutro o ligeramente ácido (o acidez baja), tener un alto contenido de humedad y tener un alto contenido de proteína. Toma en cuenta los siguientes consejos para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA).
- CARNE ROJA: Cuando está mal cocida -en especial la carne molida- puede transmitir la bacteria E coli, causante del síndrome hemolítico urémico (SHU). Sus síntomas son fiebre, diarrea y convulsiones, y afecta al sistema nervioso. PREVENCIÓN: La bacteria muere a partir e los 75ºC. Asegúrate que la temperatura de cocción alcance 90ºC. Se percibe cuando al cortar la carne el jugo no sale rojo, sino gris.
- ARROZ COCIDO: Puede desarrollar Bacillus cereus, un patógeno que se localiza de forma común en el suelo, y por tanto, en cultivos como leguminosas, cereales o especias. El proceso de cocción no lo mata ya que es resistente al calor. PREVENCIÓN: Se aconseja hervirlo en pequeñas cantidades para reducir el tiempo de almacenamiento. Después de hervir, trata de consumirlo en el momento. Evita almacenar arroz hervido a temperatura ambiente o donde haga calor.
- BROTES GERMINADOS: Al igual que cualquier fruta o verdura que se consuma cruda, los brotes que se sirven en ensaladas, woks, sándwiches y restaurantes de comida asiática pueden tener bacterias. PREVENCIÓN: Agrega de 3 a 4 gotitas de desinfectante por litro de agua y sumérgelos por 15 minutos. Cocina los brotes para garantizar que se eliminó cualquier tipo de contaminación.
- PESCADO: Cuando algunos pescados están mal preservados, se contaminan. Tras su ingestión pueden provocar náusea, vómito, diarrea, cefalea, sequedad de boca, urticaria y broncoespasmo. PREVENCIÓN: En la pescadería debe estar expuesto en bandejas refrigeradas con desagüe y con hielo limpio. Nunca debe someterse a riegos continuos de agua porque conlleva peligro de contaminación. Un pescado fresco debe tener la piel tersa y firme, agallas rojas, escamas brillantes adheridas a la piel y ojos transparentes, nunca hundidos. También desprende un ligero olor a mar; deséchalo si huele mal o a amoníaco.
- HUEVO: Puede provocar salmonelosis, con cólicos y diarreas. Se debe a la presencia de salmonella, una bacteria que se adquiere al consumir huevos crudos o mayonesa casera en mal estado. PREVENCIÓN: La textura de la cáscara debe ser fuerte, sin grietas ni restos de heces. Evita lavarlos porque las bacterias pueden penetrar la cáscara. Guarda en un lugar seco y fresco, alejado de otros alimentos para evitar contaminación cruzada.
- VERDURAS CRUDAS: Sin un lavado adecuado, pueden alojar salmonella, E. coli o listeria, una bacteria que se encuentra en la tierra y el agua. Los síntomas de intoxicación incluyen fiebre y escalofríos, dolor de cabeza, malestar estomacal y vómito. PREVENCIÓN: Agrega una gotita de desinfectante al agua de lavado si comerás la verdura cruda, o blanquéala (hiñervela por un minuto) y guárdala en el refrigerador en bolsas rotuladas.
- HELADOS: Es muy difícil notar si han perdido loa cadena de frío y fueron recongelados. El peligro de consumir un helado en mal estado es el de sufrir una gastroenteritis con vómito y diarrea, que en verano conlleva un alto riesgo de deshidratación. PREVENCIÓN: No consumas helados de máquina, los que vendan en la calle, los que tengan colores intensos y consistencia poco firme, ni los que estén cristalizados o tengan pedacitos de hielo en la crema. Lo ideal es comprar en una heladería de renombre.
Los alimentos más nutritivos pueden ser nuestros enemigos si están contaminados. Es importante conocer sus riesgos y la manera de prevenirlos.
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