Podemos adoptar mucha medidas para reducir la presión sanguínea elevada. Aquí tienes cinco de ellas:
1.- PIERDE PESO. El aumento de peso eleva la presión sanguínea. En cambio, perder 10 kilos puede reducir la presión asistólica (cuando el corazón bombea hacia afuera) cerca de 20 mmHg.
2.- DISFRUTA DE BEBIDAS BENÉFICAS PARA EL CORAZÓN. El café provoca un aumento de la presión que es duradero en personas sensibles a la cafeína. Mide tu presión 30 minutos después de tomar una taza de café; si ha subido significativamente, debes evitar la cafeína. En cuanto al alcohol, pequeñas cantidades pueden bajar la presión entre 2 y 4 mmHg, pero este efecto se pierde si tomas demasiado.
3.- EVITA FUMAR. La nicotina eleva la presión hasta 10 mmHg o más hasta una hora después de fumar, y lo mismo sucede si inhalamos humo de segunda mano. Cuando esto sucede con frecuencia, la presión puede permanecer elevada.
4.- EJERCÍTATE TODOS LOS DÍAS. Hacer hasta 30 minutos de ejercicio diario puede reducir la presión asistólica hasta 10 mmHg. Si tienes pre-hipertensión (139/89 mmHg), el ejercicio ayudará a evitar que se convierta en hipertensión.
5.- EVITA LA SAL. Una pequeña reducción en el consumo de sal (los adultos no deben exceder los 6 g diarios), puede disminuir la presión asistólica hasta 8 mmHg. Lee las etiquetas de los alimentos, prefiere alternativas bajas en sal, y evita los alimentos procesados.
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