La reunión familiar es indispensable para que los individuos puedan forjar relaciones, aprender valores y conductas que llevan a una mejor calidad de vida. Comer juntos va más allá de la oportunidad para que la familia se reúna, ahora es un buen motivo para comenzar algunos cambios de hábitos alimentarios en pro de la salud, especialmente la de los menores del hogar.
- Favorece una mejor nutrición. Se expone a los niños a una mayor variedad de alimentos y menor consumo de refrescos o frituras. Proporciona más frutas, vegetales, granos, calcio, proteína, hierro, fibras, vitaminas y minerales. Los niños que comen con sus familias terminan eligiendo opciones más saludables, incluso cuando los padres no están con ellos. De esta manera, permite introducir nuevos alimentos.
- Mejora las relaciones y la salud emocional. Las familias son más unidas cuando comparten a diario el ritual de comer juntos. Los niños que vienen de familias que comparten las comidas, tienen más probabilidad de estar emocionalmente contentos y tener buenas relaciones con sus compañeros. Con el tiempo, estos niños se esfuerzan más en el trabajo escolar, tienen mejor comunicación con sus padres y disfrutan de estrechos vinculo familiares. En cuanto a los adultos, también mejora su despeño laboral porque la calma del hogar les otorga más seguridad y estabilidad.
- Favorece el aprendizaje. Comer con la familia mejora el vocabulario y las destrezas de lectura. El tiempo que la familia comparte en la mesa les da oportunidad de tener conversaciones importantes. Es el momento de contar historias y compartir experiencias, y también de aprender destrezas sociales como el comportamiento en la mesa, el sabe tomar turnos (uno pone la mesa, otro lava los platos, otro los seca…).
- Ayuda a controlar las porciones. Comer fuera de casa ahorra tiempo, pero las porciones que se sirven en los restaurantes son mayores que lo que requiere una persona promedio (y se siente la necesidad de terminarlas). Comer en casa permite equilibrar la cantidad de comida, favoreciendo la salud digestiva.
- Ayuda a relajarse. En la mayoría de los casos, una comida familiar en armonía permite reducir la tensión y el estrés ocasionados por rutinas laborales, las tareas del hogar y las exigencias educativas.
- Evita futuros comportamientos arriesgados. Los adolescentes que comen en familia con frecuencia tienen menos probabilidades de deprimirse, meter se en problemas o tener conductas inapropiadas. Es más probable que los niños pequeños que aprenden el hábito de comer en familia, lo sigan haciendo cuando son adolescentes.
TIPS PARA DISFRUTAR UNA COMIDA EN FAMILIA:
- Planifica con anticipación. Es difícil pensar qué cocinar cuando uno tiene hambre y está cansado. Por eso, procura tener comida en casa y una idea de qué preparar antes de llegar. Así, el menú ya estará elegido cuando se reúna la familia.
- Haz participar a toda la familia. Juntos preparen y sirvan la comida. A los niños les encanta participar y es más probable que intenten comer alimentos nuevos si ayudan a prepararlos.
- La hora de la comida debe ser un momento ameno que se pueda disfrutar en familia. Evita tener luchas de poder sobre la comida. Ten sensibilidad con los comportamientos normales del desarrollo infantil (los niños pequeños no puede permanecer sentados por mucho tiempo, son desordenados y tiran la comida fuera del plato).
- Apaga el televisor. Evita las distracciones. Concéntrense en la conversación y el disfrute de la comida.
- Inicia conversaciones. Haz preguntas abiertas que cualquiera de los miembros de la familia pueda responder, y luego cuenten sus experiencias uno por uno. También realiza preguntas como «¿qué te hizo sentir feliz hoy?» o «¿te pasó algo que te hiciera reí?». Ayuda a los niños más pequeños a participar eme las conversaciones, haciéndoles saber que a los mayores les importa lo que piensan y siente.
Por lo anterior, reunirse a comer en familia es un hábito que lleva a una mejor alimentación, a desarrollar relaciones afectivas y sociales más eficaces y sanas, así como a establecer ambientes aptos de convivencia.
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