La buena convivencia familiar dificulta la entrada a la anorexia nerviosa y a la bulimia. Cuando cada uno tiene su propio proyecto de vida y todos comparten metas comunes, es más sencillo preservar la salud. Si existen pocas reglas claras y sencillas, que todos respetan, se vive en un clima de armonía. Sin duda, el afecto es el elemento primordial de la calidad de vida. El amor que se recibe de los padres es el alimento principal que posibilita el desarrollo armónico de una persona.
Prediquemos con el ejemplo
Seamos en la vida un ejemplo para nuestros hijos:
- Seamos honestos con los demás, con nuestros hijos y con nosotros mismos.
- Aprendamos a aceptar nuestros errores. Defendamos la verdad, no nos ocultemos detrás de una mentira.
- La enfermedad no puede traspasar los umbrales de la honestidad. El que es honesto no miente ni oculta síntomas, y eso hace que la ayuda llegue antes, evita que la enfermedad se instale. La honestidad es la llave de la prevención.
Los «NO» de la prevención
Para prevenir la anorexia nerviosa y la bulimia en casa:
- No a comer en soledad
- No a las dietas autoimpuestas
- No al aislamiento y a la soledad
- No a la condescendencia
- No a la doble personalidad
- No a la autoexigencia exagerada
- No al perfeccionismo absurdo
- No a la comida, el cuerpo y las calorías como tema principal de conversación
- No al uso de pastillas, diuréticos y laxantes para adelgazar
- No a la automedicación
- No al café en exceso
- No al alcohol
- No abusar de la báscula, de la cinta métrica y del espejo
- No al ayuno
Los «SÍ» de la prevención
Practica en casa
- Sí a un proyecto de vida saludable
- Sí a la comida como acto social
- Sí a las actividades programadas
- Sí al respeto mutuo, a la colaboración y a la integración
- Sí a la solidaridad
- Sí al compromiso mutuo o grupal
- Sí a los límites
- Sí al diálogo y a la comunicación
- Sí a la cordialidad
- Sí a la puntualidad
- Sí a la alimentación responsable
- Sí a la comida en familia
- Sí al esfuerzo y a la constancia
- Sí al buen humor
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