Bajar de peso, mejorar la alimentación y practicar actividad física con regularidad puede cambiar nuestra salud por completo. ¿Aceptas el desafío?
COMBATIR EFICAZMENTE EL EXCESO DE PESO. Lo mejor para perder peso es controlar la alimentación sin privarse del placer de comer. La dificultad está en reducir el apetito y para eso existen algunas estrategias:
- Hidratarse bien. Se recomienda beber agua en abundancia ya que sirve como regulador del apetito. Algunas recomendaciones son empezar la comida bebiendo un vaso grande de agua; y así continuar el resto del día hidratando periódicamente.
- Hacer una pausa al comer. Si se adquiere la costumbre de hacer una pausa de cinco minutos a la mitad de un plato, antes de servirse más o entre plato y plato, se produce una sensacion natural de saciedad. Esos cinco minutos permiten que el centro de saciedad del cerebro se estimule y entre en acción. Si se practican estas interrupciones durante un mes, el centro de saciedad (que estaba dormido) vuelve a educarse y se reactiva para cumplir su papel de regulador del apetito.
- Recurrir a la clara de huevo. Las proteínas, que pueden ser de origen vegetal o animal, son una parte esencial de las células del organismo y están presentes en la alimentación cotidiana. Tienen una doble ventaja: su bajo contenido calórico y un gran poder nutritivo. La clara de huevo es la estrella de los inhibidores del apetito de origen proteico, ya que produce una importante sensación de saciedad. No contienen grasa ni colesterol y puede consumirse en distintas formas.
DINAMIZAR EL ORGANISMO. Es de vital importancia acelerar el organismo para controlar el peso, y la única opción es moverse. La actividad física permite reducir las causas de mortalidad de muchas enfermedades y luchar contra la obesidad y el envejecimiento.
- Los peligros del sedentarismo. Está demostrado que ingerimos demasiadas calorías y el sedentarismo empeora las cosas. Un exceso de apenas 100 calorías representa cinco kilos más al final del año. Pero no basta con estar delgado para estar sano. El ejercicio regular es lo que marca la diferencia, pues contribuye a mantener la pérdida de peso después de una dieta al contrarrestar el efecto rebote.
- Prevención de enfermedades. La actividad regular es eficaz para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Se recomienda ejercicio cotidiano de entre 30 y 40 minutos al día como caminata rápida, bicicleta o natación. Como la actividad física que ma azúcar y grasas, bajan los niveles de azúcar y colesterol malo en sangre.
MEJORAR EL SUEÑO. El sueño es la base de una buena salud: fisiológicamente permite al organismo regenerarse y psicológicamente ayuda a liberar las tensiones y pensamientos inconscientes mediante los sueños. El número de horas de sueño necesarias varía de una persona a otra, pero hay consenso en afirmar que menos de siete horas es insuficiente. Además de las dificultades de concentración, un sueño de mala calidad provoca un estado de fatiga crónica que abre la puerta a muchos problemas físicos y fisiológicos. Aquí algunos consejos que te ayudarán a conciliar el sueño.
- Evitar las cenas muy pesadas. Se aconseja cenar relativamente temprano para que el proceso de digestión ya esté avanzado al acostarse. La habitación debe estar silenciosa, bien ventilada y no ser calurosa.
- Intentar conseguir oscuridad completa. La exposición lumínica nocturna genera modificaciones hormonales e incide en los neuromediadores cerebrales. Por esto, elimina todas las fuentes de contaminación lumínica nocturna de la habitación, hasta la más pequeña (como la luz de un celular cargándose.
COMBATIR EL ESTRÉS Y LA DEPRESIÓN. Los ansiolíticos y antidepresivos han ayudado a curar a muchos pacientes. Pero toda moneda tiene dos caras. Protegerse con la química puede resultar nocivo a largo plazo: estos medicamentos tienen muchos efectos indeseados, como trastornos de memoria, disminución de la libido, y aumento del peso corporal.
- Hacerse un masaje. Los masajes son una fuente de bienestar: contribuyen a la serenidad y a la relajación, construyendo un universo que nos calma. Disminuyen estrés, lo que permite conectar mejor al cuerpo con la mente.
- Sonreír. La sonrisa reduce de inmediato el nivel de estrés y le hace bien a las células del cuerpo. La persona parece menos cansada y más joven. Además, el buen humor es contagioso.
Deja tu comentario