Cuando estamos fuera de casa a la hora de la comida, normalmente recurrimos a restaurantes, tiendas de conveniencia, o lugares de comida rápida, los cuales pueden ser una buena alternativa. No todo lo que comes fuera es malo, siempre y cuando sepas qué comer. Aquí te doy algunos tips para lograrlo.
- Fíjate en el nombre del platillo. Frito, a la barbecue, en salsa, en crema: si conoces el método de preparación, podrás saber si la comida está llena de grasa o si es alta en calorías. Escoge platillos a la plancha, al vapor, al horno o empapelados, ¡así ahorrarás calorías y grasas!
- No tengas miedo a pedir lo que deseas. Si prefieres una pechuga de pollo a la plancha y no frita o una ensalada en lugar de papas fritas, sólo tienes que ordenarlo, sin pena.
- A la hora de ordenar tu bebida, evita los jugos, refrescos y aguas azucaradas. Mejor pide agua simple o un té sin azúcar.
- Come hasta que estés satisfecho. Los restaurantes suelen servir raciones generosas. Disfruta la comida y detente cuando te hayas saciado. Si te sobra, te lo puedes llevar a casa. Además, así ya tendrás la comida lista para el día siguiente y también ahorrarás un poco. También puedes preguntar si sirven raciones más pequeñas o compartir tu platillo.
- Una ensalada verde siempre es una buena opción. Ordena ensalada o platillos en donde, aunque la proteína sea lo principal, la guarnición contenga vegetales y hojas verdes. Si ordenaste una ensalada, no la eches a perder agregando aderezos o salsas cremosas. Así te llenarás sin añadir muchas calorías. Ten en cuenta que la ensalada debe ser verde. ¡Hay muchas ensaladas que no son nada saludables!
- Evita los buffets, de esta manera no sentirás la tentación de comer de más y pasarte de porciones. Mejor, ordena a la carta.
- Deja el teléfono. Esta regla la deberías aplicar tanto en casa como en restaurante. El teléfono no tiene por qué estar en la mesa. Lo primero, deberías prestar atención al resto de comensales. Lo segundo, cuando comes despacio y saboreando la comida, es más probable que comas exactamente lo que tienes que comer.
- No vayas al restaurante con mucha hambre. Mucha gente no come mucho a lo largo del día porque después van a comer fuera. Pero esta estrategia no es la mejor: la gente que llega al restaurante con mucha hambre tiende a escoger las opciones menos saludables del menú. Lo mejor es que tomes un pequeño snack por la tarde si vas a cenar fuera. ¿Qué tal si pruebas una fruta o un puñado de almendras o nueces?
- Revisa las calorías. Hoy en día la mayoría de menús se acompañan de su información nutrimental.
- Echa un vistazo al menú con tiempo. Muchos restaurantes tienen una versión digital del menú en su página web. Echa un vistazo antes de reservar una mesa y mira si tienen opciones saludables. Así podrás ir decidiendo lo que vas a consumir, y de esta manera seguirás apegado a tu régimen saludable. EL TIP: los restaurantes de comida vietnamita, japonesa o mediterránea tienden a tener platillos más equilibrados. Hoy en día también hay restaurantes especializados en comida sana y balanceada.
- El equilibrio esta clave. ¿Se te antoja una hamburguesa? A veces hay que consentirse. El equilibrio es la clave. En un restaurante de comida rápida, también puedes escoger guarniciones más saludables. Por ejemplo, puedes pedir una ensalada en lugar de papas fritas para acompañar tu hamburguesa.
- Evita los postres o sustitúyelos por fruta fresca. Nuestro esfuerzo se puede ver arruinado por ese brownie, helado o pastelito al final.
¿Te has pasado un poco con la cena de anoche? ¡No pasa nada! Lo importante es que lleves una dieta equilibrada y que bebas suficiente agua simple en el día a día. Una comida poco saludable no arruinará tu estilo de vida. Siempre y cuando el 90% del tiempo estés decidiendo comer saludable.
Un artículo muy completo, la información detallada y bien definida y completa. Felicidades.