Si vas a empezar un régimen de entrenamiento o vas a retomar uno después de largo tiempo eres más propenso a padecer calambres musculares en las piernas que una persona que lo hace con regularidad.
Por lo tanto, antes de empezar a trabajar tus músculos presta atención a estos tips que te ayudarán a evitar esos molestos y dolorosos calambres, y puedas disfrutar tu entrenamiento al máximo.
- Bebe mucho líquido (de preferencia agua natural) antes y después de la actividad física.
- Procura mantener una dieta rica en vitaminas antioxidantes y minerales como frutas, oleaginosas (almendras, nueces, avellanas), verduras de hojas verdes, cereales enteros (integrales), semillas de girasol y ajonjolí. Infaltable, un plátano o una naranja en la mañana para tu ración de potasio.
- Como refuerzo, toma cápsulas de vitamina E. Si entrenas intenso, considera tomar glucosamina, calcio, magnesio, potasio, hierro, y vitaminas del complejo B, C y D.
- Realiza un calentamiento con ejercicios de estiramiento (leve) para aflojar tus músculos.
- Inicia tu entrenamiento de forma paulatina y progresiva. No exijas a tu cuerpo más de lo que puede dar. De preferencia, alterna los ejercicios para no sobrecargar a determinado grupo muscular.
- Cuando termines tu entrenamiento, cúbrete de inmediato para evitar que el cambio brusco de temperatura pueda provocar calambres.
- Y por último, no dudes en detenerte apenas sientas un calambre, y haz presión sobre la zona para aliviarla
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