Para evaluar el impacto del peso corporal en la salud, además del IMC (Índice de Masa Corporal), contamos con el ICC (Índice Cintura Cadera). Este último relaciona las medidas de tu cintura y cadera y nos da un indicador de cómo se distribuye la grasa en tu cuerpo. Los hombres suelen desarrollar una obesidad tipo “manzana” que se caracteriza por la acumulación de grasa en la mitad superior del cuerpo (se conoce como obesidad tipo Androide). Las mujeres por el contrario, desarrollan una obesidad tipo “pera”, que es la acumulación de grasa predominantemente en la mitad inferior, aunque también es frecuente que acumulen grasa en la parte superior como brazos, pechos y espalda. La obesidad tipo “manzana” está más relacionada con enfermedades cardiovasculares y metabólicas como: hipertensión, diabetes, dislipidemias (alteraciones de los lípidos o grasas en sangre y arterias) y trastornos cardíacos. Este tipo de obesidad llamada también visceral, es más peligrosa ya que la grasa acumulada en la cavidad abdominal va desplazando a los órganos internos impidiendo su correcto funcionamiento.
Para conocer cuál es tu ICC es muy sencillo, solamente necesitas tomar una cinta métrica y sacar la medida de tu cintura (dos centímetros por debajo de las costillas a la altura del ombligo) y de la cadera (en la parte más prominente sobre los glúteos). Finalmente divide la medida de la cintura entre la medida de la cadera, por ejemplo: si una mujer tiene 80 cm de cintura y 100 cm de cadera su ICC será de 0.8 (80/100). Para saber si estás en el rango adecuado toma en cuenta esto: se considera que un ICC superior a 0.84 en las mujeres y a .95 en los hombres es indicativo de algún grado de sobrepeso y con ello se incrementan los riesgos a la salud. Si te encuentras en los rangos considerados como normales, procura mantenerte así, es muy probable que te encuentres en estupenda forma física.
Por otra parte, si no estás dentro de los rangos adecuados en tu ICC, existe una manera muy eficiente y definitiva de disminuir esa grasa acumulada en la zona de la cintura. Se trata de modificar tu estilo de vida: hacer más ejercicio y llevar una alimentación sana que te brinde una nueva recomposición de masa muscular y grasa en tu cuerpo. Necesitas hacer actividad física diariamente, por ejemplo 40 a 60 minutos de ejercicio aeróbico como caminar a buen ritmo o trotar, o ejercitarte en cualquier aparato de cardio, bailar, hacer spinning o salir a pedalear.
Asimismo, es recomendable disminuir el consumo de alimentos con alto contenido calórico como los hidratos de carbono procesados o refinados como azúcar, harinas blancas, postres, bebidas endulzadas y también el consumo de grasas de origen animal como embutidos, carne con “gorditos”, quesos maduros, manteca, frituras, empanizados, bebidas alcohólicas. Y, aumentar el consumo de frutas, verduras, granos enteros, fibra, carnes magras (sin grasa), pescado, pollo desgrasado (sin piel), cereales integrales, y agua simple.
Y tú, ¿ya te mediste la cintura?
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