Si bien diversos estudios sugieren que no hay una razón obligada para no ejercitarse durante el embarazo, siempre es necesario recibir luz verde por parte del médico para comenzar o continuar con un programa de entrenamiento.
¿QUÉ TANTO ES TANTITO?
Más que la cantidad, la mujer embarazada debe cuidar la calidad de su alimentación. Evidentemente tiene que aumentar la ingesta calórica, pero esto no significa que «deba comer por dos», de hecho, el requerimiento energético durante la gestación aumenta hasta el segundo trimestre, y éste no llega a ser mayor de 350 kilocalorías por día. Es importante mencionar que esta cifra refiere sólo los requerimientos durante el embarazo y no considera otros factores que modifiquen el gasto energético, como el ejercicio intenso.
La ganancia de peso debe ser gradual y siempre va en función del peso pregestacional. Es decir, si la mujer está baja de peso, deberá aumentar entre 12-18 kilogramos; mujeres en peso «normal» o saludable, deberán aumentar entre 9 y 16 kilogramos; y mujeres con sobrepeso u obesidad de 6 a 11 kilos. Se espera que la mayor parte del aumento de peso se obtenga durante el tercer trimestre.
Mantener un adecuado peso durante el embarazo previene el cansancio extremo, lesiones y enfermedades importantes como diabetes gestacional o preeclampsia.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EJERCITAR DURANTE EL EMBARAZO?
- Aumenta el volumen sanguíneo, por lo tanto hay mejor oxigenación y un mayor rendimiento físico.
- Mejora el intercambio de nutrimentos y gases entre el feto y la madre.
- Incrementa la capacidad aeróbica de la futura mamá entre 5 y 10%, efecto que se mantiene de seis meses a un año después del parto.
- Evita la ganancia excesiva de peso. Al final del proceso, la mujer incrementa su utilización de grasas como principal fuente de energía.
- Celera el metabolismo entre 15 y 20% en reposo.
- Mejora la capacidad para disipar el calor corporal. Una mujer soporta mejor el estrés del calor cuando está encinta.
- Disminuye achaques, a consecuencia de las endorfinas que se producen tras el entrenamiento intenso.
- Mayor probabilidad de tener parto natural. Se ha observado que las mujeres que realizan ejercicio durante el embarazo soportan mejor el trabajo de parto y, en comparación con las sedentarias, tienen menos necesidad de analgésicos (en un 35%); fármacos para inducir el parto (50%); anestesia epidural (55%).
- Bebes bien nutridos. El ejercicio durante el embarazo contribuye a tener una placenta de mejor calidad.
Estos son algunos de los motivos principales para mantenerte activa durante tu embarazo. No olvides que siempre requieres de la aprobación médica y que una vez dada, el ejercicio regular puede ofrecer muchos y diversos beneficios a tu salud y a la de tu pequeño.
Deja tu comentario