El 80% de la comida envasada contiene azúcares añadidos, así que el azúcar es una sustancia bastante difícil de evitar. El azúcar se ha usado como ingrediente base desde hace siglos como forma de resaltar los sabores de muchos alimentos y lo podemos encontrar en mayor cantidad en comidas como pastelería, caramelos, galletas, etc. Sin embargo, hay otros alimentos a los que se les ha ido añadiendo más y más azúcar con el tiempo tanto para potenciar el sabor como para hacernos caer en ellos una y otra vez.
La cantidad perfecta de azúcar añadido, esa que incrementa la dulzura de un producto en su justo nivel -ni muy dulce ni muy simple- se conoce como el “punto de la felicidad” en la industria alimentaria. Cuando consumimos azúcar, se encienden los centros de placer en el cerebro y nos hace sentir bien. La dopamina se libera y es lo que nos aporta esa sensación de placer. Por supuesto nos encanta esta sensación, por eso seguimos buscando más alimentos azucarados (¡incluso si el azúcar está oculto!). Esta recompensa para el cerebro y los centros de placer es lo que hace que el azúcar sea tan adictivo y difícil de dejar.
Así que si estás intentando disminuir (o eliminar) tu consumo de azúcar, asegúrate de que no saboteas tu propio plan consumiendo alimentos con azúcares escondidos.
1.- SALSAS, CONDIMENTOS Y ADEREZOS: Son alimentos deliciosos y nunca te esperas que estén repletos de azúcar, pero las salsas para pasta pueden contener una gran cantidad de azúcar escondido. Lo mismo sucede con la catsup, las salsas para barbacoas, aderezos para ensaladas (miel mostaza) y muchos otros condimentos.
2.- CEREALES DE «CAJITA»: La mayoría de cereales de cajita están llenos de azúcares ocultos. Si son muy coloridos y dulces, no debería sorprendernos que sean un alimento con alto contenido de azúcar. Pero también algunos cereales que parecen saludables a simple vista contienen más azúcar que una rebanada de pastel. Lee los ingredientes de los cereales antes de comprarlos para evitar disparar tus niveles de azúcar desde primera hora.
3.- FRUTAS SECAS Y BATIDOS: Aunque la fruta contiene azúcares naturales (la fructosa), cuando la fruta se seca, el azúcar se concentra. Así que las frutas secas pueden ser una fuente de mucho azúcar concentrado si empiezas a abusar de ellas. Los batidos son el ejemplo por excelencia de un «estilo de vida saludable», pero también pueden estar llenos de azúcares añadidos. Los smoothies de frutas son altos en fructosa y la fibra se pulveriza, así que no favorece a una lenta absorción, ni una buena digestión.
4.- JUGOS: El néctar de las frutas es dulce, algunas como el durazno, piña, naranja, uva o fresa son muy dulces. Al ser naturales ya tienen una cantidad considerable de azúcar (por eso no debes tomarlos todos los días); ahora, si los bebes envasados, es peor todavía porque (en algunos casos) le añaden más sacarosa para darle un mejor sabor.
5.- EMBUTIDOS: Puede ser sorprendente ya que son salados, pero en muchas ocasiones (hasta los light) tienen azúcares añadidos (miel), ya que durante su producción se añaden para mejorar su sabor o disfrazar un poco el exceso de sodio que tienen, un ejemplo de ello es el jamón.
6.- LECHE DE ALMENDRAS Y ARROZ: Estos tipos de leche son una alternativa para aquellas personas intolerantes a la lactosa o que sean vegetarianas. Sin embargo, pueden tener un alto contenido de azúcar, (la de arroz tiene más) añadido. Lo recomendable es buscar una que no rebase los 3 gramos de azúcar en una porción de 100 gramos o que no tengan nada de azúcar.
7.- BARRITAS ENERGÉTICAS: Las barritas con envoltorios que parecen sanos y apetecibles, puede que en realidad estén llenas de azúcar oculto. Los alimentos sin grasa o dietéticos pueden parecer sanos, pero suele pasar que cuando le quitas algo a un producto (por ejemplo, la grasa) le tienes que añadir algo más (azúcares).
Recuerda, en la vida todo se trata de equilibrio. No pretendo que quites todos estos alimentos de tu dieta, sino que seas consciente de los azúcares que esconden y los consumas con moderación.
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